altas cotas de sinceridad visceral alcanzaron
ambos sueños hechos cuerpo
que se rozan en las intrincadas cuerdas
del tenderete de la holgura del desierto
de vernos cayendo muertos en un yermo en desmesura y taciturno
muerto dije
si
diurno
y pernoctable en pedestal hayose intacto
causandole tal impacto que reconoció indefenso
que no era honor ni pena
que esa cabeza tan llena no atendió nunca arazones
si no a tal par de emociones
que impresiones clandestinas imprimió en cien mil retinas
sin ponerse a discernir...