sábado, 31 de diciembre de 2011

Unas noches viejas...

Garfios de pender, Jamonería y charcutambre.

Huelgas defender, bienmerecido sacramento.

Mistos de prender, depredador y muchelumbre.

Cuerdos de entender; Neuronación sin fundamento...

Calhambre...

Metiendo cizaña en cajones de esparto,
mirando el reloj cada hora y tres cuartos.
Me siento; ¡Anda! ¡Luz! y despierto en dos saltos.

La extraña vertiente de jarra incipiente
desgarba y venera apuntando bien alto

los nombres de aquellos
que siendo plebeyos
dieron sobresaltos...

Lívido...

Ávida lívido, gélido, ingrávido.

Crítico líquido insípido, estático.

Gráfico péndulo, rótulo estético.

Sábado indómito, épico estrépito...

sábado, 24 de diciembre de 2011

Séxamor

Cabalgando entre las cumbres
vi mil lumbres encendidas.
Se cerraron mis heridas,
me tragué mis dos calambres.
Debatiendo incertidumbre,
siento hambre
siendo hombre...

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Tierra, polvo y almohadillas...

He colgado en la ventana
bodegones de campana
pa que el sol por la mañana
nos sorprenda con pregones...

He roto unas cuantas fotos
de cuando no estuve en Viena
y ahora siento cierta pena
por aquel recuerdo ignoto...

Lamentando que tu al aire
tires hiedras, rompas lunas,
y pensando de una en una
viento y polvo formen dunas...

Que no iré a cerrar la puerta,
la de la cigarra tuerta,
la que canta o eso intenta,
rifirrafes de tormenta.

Somnoliento me levanto
y al momento ya es de noche
y tiene a venir el sueño
cuando el sol se desabroche
los botones del planeta
y las montañas fueron tetas
que de cráteres ombligo
se hizo amigo de lombrices
que volvieronse unas piernas.
Ramas tiernas o raíces
cuando menos cicatrices
sus andares de alma interna...

lunes, 19 de diciembre de 2011

El desván de la finestra...

Caravana de carcasas
charcos, casas, esperpentos.

Rebanar sesos por cientos,
tantos tientos entretanto.

Obra gris del desencanto,
amaranto, desconcierto,

sobredosis de cemento,
cascahuesos, escoliosis...

Sin parálisis, concéntrico,
geriátrico y martírico,

que sale en el periódico,
de un crimen supersónico,

mecánico, bulímico,
ese ruido que ensordece,

al sinsentido que estremece
y de entre meses coge agosto,

cae agusto y se destira,
le arranca la miel a tiras al panal desaliñado,

que por soles las avispas han dejado abandonado,
que sangra de pié el costado

de una puerta sin cerrajas
ni cerrojos que de reojo

escudriñan entre cajas
llenas de horas muertas luego,

que se inventan algún juego
en el que pierde el mas atento,

se usa de tablero el viento
y tal que fichas flotan notas,

cuerdas rotas de vocales,
sordas tuercas de motores

que de flores los locales llenan tocando tambores.

Y espero que te enamores,
de este llanto en desconsuelo,
cuando rueden por el suelo,
instrumentos de estertores,

siseando por el pelo
de trescientos tres roedores...

jueves, 15 de diciembre de 2011

Hablemos de Mi, en Re menor...

Buenas noches.

Mi nombre es Daniel, y hace ya veintitrés años que vengo haciendo esto de vivir... Una idea poco original, lo sé, todo el mundo lo hace. Lo complicado viene cuando empiezas a preguntarte cosas... Muchas te las responden. Otras tantas caen tarde o temprano por su propio peso. Las que verdaderamente me fascinan son esas que te sorprenden sin avisar.

Un buen día, cae en tus manos un lápiz. Sí... Creo que ese fue el detonante... Aquel lápiz primigenio lo cambió todo...

Empecé como todos, "arruinando" superficies con conceptos e ideas sin importar demasiado el por qué, o el cómo. Supongo que simplemente me divertía... Lo mío siempre fue, y supongo que será la pintura. Pero voy a intentar evitar irme por las ramas... El caso es que pasé mi infancia experimentando con todo tipo de papeles, cartulinas, rotuladores, temperas, acuarelas y demás parafernalia que el colegio llamaba educación plástica y visual.

Resulta extraño admitir que en aquel entonces, y tristemente creo que siempre fue así, uno se sentía un poco fuera de lugar cuando lo primero que se le venía a la cabeza si le preguntaban por su asignatura favorita era eso, plástica y visual. Supuestamente esa asignatura, junto con música y gimnasia, estaban en la carta de las que se aprobaban de regalo con la matrícula en el colegio... Vamos que cuando todos tenían clara su carrera en la medicina, la legislación, las matemáticas o la física, yo seguía en mis trece, siempre quise ser ilustrador, a pesar de aquella odiosa coletilla que nadie podía evitar mencionar al final de la conversación; -Pero si eso no tiene salidas...-

Bueno, sí, las demás asignaturas no estaban mal, siempre me llamó la atención la filosofía, me resultaban curiosas las matemáticas "aunque no tuviera pantalones de comprenderlas", al fin y al cabo eran útiles para muchas cosas que poco tenían que ver con ellas... "Al menos no directamente"... Y gracias al cielo...

El caso es que todo siguió su curso hasta que creo que en primero de ESO tuve mi primer contacto con una fea cámara compacta que mis padres se encontraron en un hotel unas vacaciones. Mi padre se mosqueaba cuando gastaba un carrete y al revelarlo, en lugar de las fotos de las vacaciones familiares se encontraba espacios vacíos, paisajes, cielos, y gente que no conocíamos de nada... Pero yo las guardaba con cariño... Seguí mis experimentos con una vieja cámara de vídeo, stop motion con playmobils, una genial idea de mi padre, contento de no tener que gastar mas dinero en carretes...

Y llegó el momento de decidir, tras varios intentos de hacer lo que parecía mas "correcto" a los ojos de la familia y el entorno en que me crié; Un caótico primero de bachillerato de ciencias Sociales, y un extraño chanchuyo con los profesores para que mi bachiller se convirtiese en un híbrido, pasé a segundo de Humanidades con las matemáticas y la Economía suspensas, convertidas en unas, ya no se si mejores, latín y griego, también pendientes de recuperación...

Aquel verano fue una auténtica Odisea...

No me dio tiempo ni a pestañear siquiera, y ya me encontraba con dieciocho años, en la puerta del colegio... En una mano, mi merecido título de bachillerato y una buena nota en selectividad. En la otra, una difícil decisión...

Siempre pensé que todo lo que nos sucede, mejor o peor, malo o bueno, tiene una causa y no es puro azar, y todo, absolutamente todo, pasa a desfilar por nuestro currículum mas vitae. El de la experiencia...

Aquel año se presentó desastroso y un terremoto de emociones y situaciones familiares asoló una vida hasta el momento bien estructurada y estable... Entre unas cosas y otras pude disfrutar de un año sabático en el que casualmente recibí una cámara compacta. Una canon IXUS60. Ese artefacto se convirtió en una especie de foto diario. Ya no tenía que preocuparme por los carretes...

Finalmente me motivé a explorar el universo del diseño gráfico. Esos años en la escuela descubrí que realmente lo que debí hacer en un principio era fotografíar...

Las ansias fueron tales en ese momento que comencé a llevarla por mi cuenta paralelamente al curso, al igual que había hecho siempre con la pintura. Empecé a explorar, a tomar fotos de todo lo que se me ocurría, observar, probar colores, tratamientos, luces, sombras, idear planos y situaciones arriesgadas... Y de repente me topé con uno de los temas principales que abarcan lo que hoy empiezo a entrever como marca significativa en un estilo propio que comienza a tomar forma ante mis ojos... Los lugares abandonados...

Una cosa llevó a la otra y cuando quise darme cuenta, me había convertido en un adicto a esos lugares. Cuando descubría uno nuevo estudiaba la manera de entrar sin ser visto, llevarme las imágenes y las experiencias que pudieran aguardarme allí, y llegar a casa para saborearlas... En un principio se trataba de descubrir, admirar, tratar de descifrar las huellas del pasado, del tiempo, las grietas de la humedad, las señales de actividad reciente, era emocionante, fascinante, aterrador y peligroso a veces... Pero la adicción quiso volver a evolucionar, y ya no me conformaba con observar e interpretar aquello

que me encontraba, ahora quería contar una historia, crearla utilizando toda aquella carga de mensajes subliminales, de desgaste, de decadencia, de resurgimiento, de naturaleza, tanto muerta como viva...

Pero el rizo quiso rizarse aun mas... Se juntaron varias cosas. Comencé a interesarme por la música, aprendí y comencé a tocar la batería y la armónica, y todo ese cauce junto con la evolución conjunta de unos textos que comenzaron en un triste fotolog, convirtiéndose en pequeños relatos, y cayendo en la marmita de la poesía casi por accidente... De pronto recordé a Dalí, mi manera de dibujar cambió, me dediqué de lleno a una sola técnica, y tanto mi pintura como lo que estaba escribiendo se tornaron inevitablemente surrealistas... Oh, vaya, sin darme cuenta he llegado al dia de hoy...

Actualmente intento llevar todos los proyectos e ideas que van surgiendo a la práctica con esfuerzo y dedicación y aprovechando todo el tiempo que tengo, mientras lo tenga.

Llevo un blog que se centra en algunas investigaciones, reflexiones, enlaces curiosos, citas, pero sobretodo en los experimentos y ensayos de poesía que voy reuniendo en diversos trozos de papel y en libretas varias...

Pero realmente, la obsesión que me genera la fotografía lo engloba todo. Los poemas se convierten en descripciones de fotografías o pinturas que no puedo realizar, ya sea por falta de técnica o de medios...

Unas cosas alimentan a otras... Los poemas sacian la sed de imágenes evocando a las mismas, los dibujos tratan cada vez mas de parecerse a las fotos, creando formas imposibles en la realidad, y las fotos,

parece que quieran ser pinturas... La música, simplemente es música... Realmente es lo mas desestresante cuando me saturan las imágenes...

Sin ton ni sol...

domingo, 11 de diciembre de 2011

El rey de la baraja huérfana...


Sube y baja en la baraja
el rey de picas que marchito,
se murió clamando a gritos,
una caja para cartas,
de trucajes infinitos...

Corazones a la reina...


Recia y firme cual Esparta
la reina de la sequía,
que corazón no tenía, ni plantel ni monarquía.
Ni especial atino a veces para implantes de autarquía...

Se forjó a pulso un destino
entre las bocas de los peces
que seguían a un cascanueces
que nadaba de madera,

cual corcho flotar quisiera
y no tener que hacer esfuerzos,
y a la hora del almuerzo,
merendarse una palmera...

Y si no fuera porque pierdo tiempo en subir cremalleras,
andaría firmando acuerdos por dejar de ser quien era.

Un parco, un cerdo, un loco,
un muy buen señor cualquiera...

Naufragio de barcazas, a la caza de un bar...


Se avecina una tormenta...
Aceite, huevos, sal, pimienta...
Se atormenta una vecina...
Azúcar, leche, miel y harina...

Cucharilla en paragüero;
Desigual, dispar, disuelta...
Aceitunas de sombrero
y cae la noche en pié, ¡Despierta!

Culpa luego al entusiasmo
de hilvanar un mal orgasmo
que te acerca hasta la puerta
de la cuna del sarcasmo.

Tu que guardas sombra experta
en esconder lo que seduce
y dejas con la boca abierta
a quienes cargan arcabuces,

calza barbas que en cortinas
sonreirán al mas pintado
de los monigotes necios
que cargas en tu costado.

Que cabalgan a mi lado
a lomos de elegantes pecios
que abaratan altos precios
a pagar por descontado...

Desde Seo hasta si vieras lo que veo...

Si mi mente fuera un verso,
si versarte no pudiera,
compraría una nevera,
congelaría un invierno,
apuntaría en un cuaderno;

¡QUE ESTE INFIERNO NUNCA MUERA!

o que te vayas al cuerno...

Candelabro ideomotor...

Gaviotas, idiotas;
Penínsulas ignotas.
Diamantes, brillantes,
lentejuelas renqueantes.
Bálsamo y bromuro,
parpadeando en oro puro.
Melancólico vagaje
disfrutando del paisaje.
Aguantando el oleaje
de botellas sin mensaje,
de licores, parlamento,
que me observan cuando miento,
que elegí tornar cimiento
y pespuntar cualquier momento
como si fuera uno solo
y no parte de otros tantos.
Que barajan mil quebrantos,
cuando al fin me descontrolo,
me sosiego, me amedrento,
nunca me siento contento.

¡Espanto!

¡Pegamento!

¡Uña, carne, llanto!...

Tampoco será para tanto...

Enciérralo en encéfalos...

Reflejo perplejo,
añejo, reviejo,
lo cojo, lo dejo,
la miro, de lejos,
conejos, madejas,
suspiro, te alejas...
Latido entre rejas,
sucias comadrejas,
troncos, tejas,
ruidos,
roncos sumideros.
Amigos, carceleros,
melancólicas princesas,
del principio,
tercos ripios,
municipio del silencio
que sentencio.
Ausencia inquieta,
de braguetas, metralletas,
sintonizan la receta
del mercurio ensangrentado
de un termómetro iracundo.

De este miedo que te infundo,

cuando me quedo callado...

El oso;

Ese animal rencoroso,
a menudo piojoso,
asqueroso...
Si se tercia, celoso...
De mieles hocico pringoso,
en la tele amoroso,
a la brasa, sabroso...
Descansa en lugar tenebroso,
sin luz y en reposo,
osezno en regazo.
Si entras a acecho,
está en su derecho,
lanzará un zarpazo,
quizá doloroso,
viscoso, infeccioso...
Maltrecho por zote
y no portar garrote
en la cueva de aquél de porte ignominioso
que vive en un foso
horadado en la roca
por agua que choca
en cauce sinuoso,
casi silencioso,
y por cuenta de ésta en cascada barroca,
fiel bebe su boca,
no causa rechazo
del mazo mal hecho
que bajo su techo
en cogote no choca...

Yoquesés y nosecuantos...

Sabañones en las sábanas.

Fundaciones infundadas sin función ni fundamento.

Mocasines moqueando mas que antes, mosqueantes.

Padres malparidos, madres, malmaridos,

nidos llenos de alaridos, alas, ruidos...

Cleopatra, John Travolta, Frank Sinatra,

actores, cantantes cuanto antes,

faraones muertos de antes...

Con que aguantes me quito los guantes,

y me doy con un canto en los dientes,

este rato nos queda pendiente,

de un hilo muy fino,

dental, anodino,

que huele muy mal.

Abstracto excremento, ambiguo animal...

Proverbio abreviado.

El hilo mental con que limpias tu frente le lava la cara al cepillo de dientes,
hechos incipientes...

Morderte comiendo, la cara. Pagar tú en la cena mas cara,
sucesos frecuentes...

El fogón de doña estrépito...

Clementinas sobre un sucio delantal en la cocina.
De fondo recital de ruiseñores con sordina.
Migas con sardinas, pan redondo...

En la mesa tres reflejos de una jarra azul turquesa,
gambas con mayonesa, cascanueces sin princesa...

Tras la puerta siete trapos, los manteles y una escoba
con pelusas recogidas de la alcoba, y una tijera tuerta...

Tus labores son los sueños de las barras de los bares.
Sus sabores que nos hacen malabares,
dueños de las ganas que te dicen que no pares...

sábado, 10 de diciembre de 2011

Sufría Sofía en su fría utopía...

-Sufría en un hueco horadado entre troncos.
Dos grajos graznaron graznidos bien roncos.-

Pequeña, ¿qué añoras, qué lloras ahora?
-la voz provenía de un arbusto de moras.-

Por rana me toman, antaño fui humana,
mas cuéntame, anda, antes de que te coman,

veo penas que asoman por entre tu pelo...
¡Márchate! ¡Corre! ¡Yo haré de señuelo!

¡No temas si tus pies se hunden en el suelo!
Desconfía del zorro, pobre ladronzuelo,

y dirígete al corro de los colibríes,
sólo vendrán si ellos ven que sonríes,

cuéntame ahora, que estás mas calmada,
quién es el ladrón de tu cuento de hadas,

y dónde, sí ¿dónde has dejado tu espada?
Encuéntrala, enváinala y sal de este cuento,

ahora es tu momento, ¡Corre!

¡Lo intento! -Gritó al fin Sofía.-

¡Sabía que existía! No fue cosa mía...

¿Qué es esto que huelo? -Alzó la cabeza-
¡Setas en el suelo! ¡Castañas! ¡Cerezas!

Aún sigues soñando... No tienes remedio...
¡Sal ya que te vea! ¡O quita de enmedio!

¿Esperas que te crea? ¿Sin haberte visto?
¿Quién sabe si rana?, o ese zorro tan listo...

-Callose el arbusto...-
¡Sofía! ¡Que susto!

-Un ciervo robusto surgió entre zarzales.-
Te traigo tus males, en ésta manzana...

Un gato montés me la dio esta mañana.
Me dijo, ¡Importante! ¡Que nunca los pierda!

Bocados que a veces le sabrán a mierda,
mas no la desprecies, pues este mal fruto

es esencia de vida, es el lado mas bruto,
el que cierra la herida, pasada, sufrida,

y guarda que nunca mas ya se repita...
Adelante, vomita, te veo mareada...

Tranquilo, no es nada -Dijo expectante-
-Y sentóse enseguida en la roca cercana...-
Disculpa, pequeña, -Voz de elefante-
Mi grupa no es roca, lo dice mi boca.

-Del susto, la niña, salió disparada,
yendo a parar a una imensa cascada,
al poco, y de pronto, quedó suspendida,
nadie respondió a sus llamadas perdidas
ya nadie le hablaba, y al pasar la noche,
el sol la alarmó con reflejos certeros.
Sus ojos sintieron de nuevo el peligro
pues no fueron sino esos rayos primeros
quienes le advirtieron
que ya no flotaba,
finísimos hilos la sujetaban...-

¡Ni tigres, ni osos, ni lobos!
¡Y ni tan siquiera pirañas!
¡He tenido que ir a parar a una tela de araña!
-Y allí quedó Sofía...
Cálidas brisas la mecían...
El cansancio hizo mella y en ella, quedóse dormida...-

viernes, 9 de diciembre de 2011

Yo no me enfado...

Sentado
de lado
cansado
mosqueado

alertado
del grado
acentuado
de enfado

agobiado
encerrado
pescado
morado

olvidado
tejado
preciado
encalado

turbado
centrado
salado
te agrado

Situado
hacinado
cercado
pintado

obstinado
senado
acusado
tornado

marcado
ganado
osado
atentado

colorado
al cuadrado
contado
acabado...

Escándalo encéfalo...

Del plato, la plata,
cubiertos, ¡Cubríos!

Del plazo, la plaza,
asfalto, ¡Da un salto!

Del mango, la manga,
camisa, ¡Sin prisa!

Del bote, la bota,
camina, ¡Sin miedo!

Del tranco, la tranca,
rubor, ya no puedo...

Triatlón de ocho triángulos...

Condones estriados,
tendones cortados,
cinturón morado en seis artes parciales.

Músculos montados,
montando mas culos,
muy chulos mandados si actuamos como mulos.

Torsos aceitados,
ganado marcado,
teléfono privado de precoces soldados.

Polígono cerrado,
murciélago cegado,
hasta que te despiertes sentirás que no has soñado.

Vértigos histriónicos,
turista en calcetines,
tienda donde venden y dan crema a tus botines.

Ácido sulfúrico,
que no cunda el pánico,
lo mas facil es lo de seguir al de la túnica.

Síntoma neurótico,
voces en el ático,
no te salgas nunca del concepto de lo estético.

Tiempo megalítico,
holocausto climático,
El tiempo que te queda no es amable sino crítico...

Armadura de ortigas...

Ella empezó a caminar sin neumáticos, pasos estáticos de áticos críticos.

Ella corría en escándalo, entiéndelo, nunca se sabe si es sádico el cínico.

Supo mirar hacia atrás, siempre escéptica, mente esperpéntica, estrábica, ausente...

Midió siempre todo con hilo de cáñamo, y libros de arte escribió sobre Pérgamo.

Estando en Corintio habitó sucios hábitos, de hálito ingrávido y tartas de sésamo.

Traumas poliédricos, sudando tinta de exámenes que no tenían mala pinta,

fragancia algo extinta de mórbido pésame, págame por mantener limpio el púlpito.

Y tuvo ella un pálpito, un año sabático de esos que solo hacen pié en los Domingos,

Durmiendo con Dingos, le atrajo la idea, de empujar la luna y forzar las mareas,

de atar con espuma tres ristras de ojeras, abajo escaleras, arriba cuchillos,

estrépito y cánticos, carne, membrillo...

Del Zar, lazarillo, de Tormes tormenta, dos de laurel y a granel la pimienta.

Su cráneo revienta, se vuelve, da coces, cosiendo albornoces que secan los ánimos.

Buscan antónimos, partos de ovíparos, que por envidia pillaron el tétano,

tuétano del esqueleto del prójimo, próximo plato en la carta del péndulo,

músculo que a su cerebro regaña y engaña con saña al sentido mas ávido.

Nada de sórdido, póstumo es esto,

y en fin, por supuesto,

ganamos la copa,

quitamos la ropa del cuerpo que atrapa,

desnudos ahora lucimos la capa

de piel que es el mapa

de nuestra figura.

Y cual fruta, madura, se cae y descompone,

diciéndole al mundo,

que fuimos protones...

Cargas positivas,

grandes corazones...

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La casa salitre...

La casa salitre
no tiene portales,
ni tele ni radio, no llegan señales.

La casa está sola,
se inventa sus muros,
cocinan en ella cien mil huevos duros,

los castos, los puros,
habanos, romanos,
no salen de ella con limpias las manos...

Renace disuelta en caladas de seda,
que velan por que nada raro suceda.

La casa te envuelve,
sonríe cuando sales.
Espera si vuelves, da saltos mortales.

La casa salitre conoce los años.
Peldaño a peldaño simula pupitres.

Tejados con buitres
que lucen reaños,
y como oro en paño guardan tus despistes.

Te esperan despiertos,
ponen los cubiertos,
recubren las mesas con sapos hambrientos.

Cultivan mis huertos,
riegan los balcones,
y en ellos rebrotan de rejas raigones,

de verdes colores,
de amargos olores,
que atraen numerosos cántaros cantores,

repletos de agua,
enfriando la fragua
desbordando cubos de infames piraguas,

te abordan, te rompen,
te adornan los bordes,
respiran redobles, tambores de pobres,

letargos sencillos,
huesos amarillos,
no somos los grillos de tu impresionismo,
no sigas pensando que somos lo mismo,
que encuentro tu abismo,
pues siendo yo mismo,
ilustre inconformismo,
del don que me has dado,
tal como he encontrado ahí sentado mi ritmo,
mi interno algoritmo,
mi costumbrismo ilustrado...

viernes, 2 de diciembre de 2011

Ejercicio 1

Malvavisco,
Hibisco,
Cisco,
Casco,
Losco,
Tosco,
Tranco,
Zanco,
Ronco,
Tronco,
Canto,
Tanto,
Tonto,
Monto,
Afronto,
Intento,
Viento,
Lento,
Manto,
Siento,
Asiento,
Cruento,
Encanto,
Santo,
Aliento,
Asiento,
Fuente,
Enfrente,
Siempre,
Miente,

Intacto...

Paralelamente y sin embargo permanente...

Desembarco y no recuerdo
de que barco me he bajado,
ciego, sordo, remojado,
cargo bártulos de otros,

corro apuestas,
compro potros,

llevo tres sandalias puestas,

me sacudo en cualquier parte,
me muerden cobras de arte,

siseantes cual serpientes,
indios, gentes indigentes...

Desayuno diez manzanas,
juego al ajetreo los Lunes,
cruzo talles de vestidos,
salen mis huesos impunes.

Visto apuestas con ballestas,
te parecerá atrevido,

salgo mucho a verde, lejos, bosque, nidos y hago ruidos...

Ganaré la cota de oro,
del concurso de las mallas,

perderé cien mil batallas,
en la tierra de los toros,

donde todos callan lloros,
cuando solos chillan, loros...
Desde palos, grillos, malos
que se callan, pillos, Galos...

Los que Astérix llama hermanos,
los que quitan los cepillos,

de cabezas de Romanos
a golpe de cabestrillo...

Solo suelto lo que viene,
lo proceso y lo vomito,

a unos sonará bonito,
a otros raro, no dimito,

pues aun me falta camino
y con el sombrero en la mano,
de paisano, ya me he ido...

Nunca pienses que ando en vano...

EFÍMERO ES EL ARTE,
Firmamento en estandarte,
Ímpetu imponente,
Mero escándalo creciente,
Entusiasmo y osadía,
Ron añejo de sandía,
Onomástica semblante de sabor a hipocresía...

Está claro su propósito, no es tal como sabían,
Supersticios de lo que dar de su fruto el cual podía.

Eléctrico,
Lunático,

Apasiona el alma mía,
Racha calma y marejada,
Tono limpio de cascada,
Es bañarte en agua fría...

Datos personales