miércoles, 30 de noviembre de 2011

De menos, es más echar...

Dicen de inmediato
los neuroncios insensatos
que se oye hablar a gente
y de maneras inminentes
que en mi mente se atropellan
en busca de alguna estrella
y no es por ella sino entonces,
cuando viene a mi la gracia,
de una casi aristocracia,
de ideales de grandeza,
de saber con tal certeza,
que aquí adentro,
en mi cabeza,
en el cajón donde te guardo,
un te quiero permanece,
y cada una de las veces
que lo abro por mirarlo,
esas palabritas crecen...


Maldigo al descarado intento de dar mil por ciento a quien no lo merece...

Consigna el mensaje al lenguaje,
designios de ultraje,
de signos bagaje,
de luces el traje...

Al verme,
las caras,
de Velmez
se asustan,
y no me disgusta,
pues son vagas sombras
de luz que se apaga...
Su orgullo les traga
cual pozo baldío
de ciénaga, impío,
donde nadie indaga...

No sufra, princesa,
pues ya no le lloro,
y al pájaro imploro,
que allí en la mañana,
le silve con gana
este requiem que al coro,
no cantan las hadas,
pues yacen,
heladas,
melenas
varadas
atadas y henchidas
en leves heridas
que luzco en buenhora
pues siento,
que ahora y no antes,
encontré mis guantes,
y aparto el lamento,
e instauro el aguante,
cantante y danzante,
la mierda que somos,
ni duendes ni gnomos,
los contaminantes...

Manantial de profanas verdades sin tilde...





















Empalidece el semblante a la copa de agua distante,
mueca impertinente de piel de serpiente...

La mística y sórdida entrada precede a la cueva
en la que tu y yo nos sentamos a esperar que llueva

aguacero que mueva y arramble el ensamble
de espadas de acero que al agua templadas

me observan, me matan y muero,

sincero y sin ceros,
elogios certeros,
de puertas cerberos
del can del pudiendo,

rufián y podenco del cante flamenco

que atranca las puertas
de putas despiertas

a mas de las doce linternas internas

que al son de candiles
danle matarile,

allende las piernas se juntan en yunta

hacia el mórbido morbo
que impera el estorbo

de austeras chisteras repletas de tetas
y no de ideales, de ideas tan geniales,

de ardiles gentiles de mentes dementes,
catervas de gentes que van en aumento;

Diez, mil, no ven cientos de oportunidades,

sinfín de verdades
que mueven al mundo

a su fin sin lamentos,
al gris filamento;

verdugo arlequín...

sábado, 26 de noviembre de 2011

Citas

- Que Galileo tuviera razón aunque se rieran de él, no quiere decir que tenga razón cualquiera que cause risa. -

Ana...

Ana yacía bajo el mandato,
yugos infertiles,
cítricos estratos...

De postre, su olfato,
pidió misericordia,
y ahora al vástago incordia
con febril paté de pato...


jueves, 24 de noviembre de 2011

Proyecto Espectro...

Esperpentos sus realismos fueron, surrealistas, dijeron...

Calla, suelta y talla y desentona de lo estético
no es sino sintáctico, dialéctico, estrambótico...
Sencillo, trastornado, de elocuencia interventora,
balaustrada decorada de un escándalo que ahora
muestra en círculos narcóticos los péndulos que gritan,
que descalzan los cinceles que te tallan la metralla,
saltimbanquis de lo extremo,
buceadores de lo innato,
bigote cola y rabo de gato,
sin las muelas aparato,
en sano juicio,
en desperdicio,
don Prejuicio y doña Escándalo
huele a esencia de sándalo,
caoba, palo santo,
olores sin sabores
grandes Lores sifilíticos...

Madagascar, raigón, espina, quintaesencia clandestina,
fragancia impar, disparo, de mis sueños al amparo,
calavera de sintéticos, pesquisas en salmuera
y muera y sal,
y detergente en las rodillas,
de las sillas de mil gentes que incentivan a una ardilla
a que se vuelva malpensada, y nunca interceda con nada
ni con nadie ni conmigo, que a los pájaros persigo,
y pues consigo nunca cuentes, yo me quedo aqui al abrigo
de mi realidad concisa, que no mueve briznas brisa,
que si te llamas Marisa y no precisas que te ayude
no me vengas mas con prisas ni esperes que te salude...

Esto es absurdo, es excéntrico, ideal y megalítico,
esto es salvaje, un ultraje, que me traje de Malasia,
hacia malas compañías que si dudas, no son mías,
son del caballo, del gallo en los que estallo cuando esfuerzas
trenzas, tuercas y retruécanos, espárragos simétricos,
sulfatos Maragatos cual cocido allá en el Norte
de esta ínsula en penumbra que a penínsulas alumbra
en un solar lleno de espectros que utilizan mantos nuestros
que poníamos al viento y si no se secaron miento,
dos pimientos si me importa que se interesen por todo
los que hundidos en el modo de no hallar lo que nos cuesta,
sombra iniesta y ni la otra y ni siquiera estuvo cerca
de altercados machacados hilvanados con cebolla
del que estuvo hasta la polla
del que ahora a soñar se lanza
acariciándole la panza al estruendo que pretendo
y que disparen los cañones que me tocan los cojones...

Buenas noches, qué mal puesto,
en sus puestos, listos,

¡FUERA!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Surrealismo...


< Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. > Decía Apollinaire para explicar la primera obra de teatro que merecía dicha clasificación. < Del mismo modo, el hombre ha creado inconscientemente el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna. >

Próximo a cumplir cien años desde que el crítico y escritor francés Guillaume Apollinaire acuñase su nombre, el surrealismo parece la mejor manera de explicar esa arquitectura que va mas allá de lo racional.

De claro, cómo y qué, cuando quiero recostarme... (Estorbos coffee)...

Hay gente retrasada
mentalmente llegan tarde,
sin tener resuelto nada
ya su tiempo es el que arde
al ver pasar las primaveras como meras cocteleras
que de anuncios se amontonan en grotescas escaleras.

Hay otros que no hacen nada,
que reaccionan como esperas
en los olmos buscan peras, no manzanas ni siquiera.

Hay algunos que no viven,
les chirría la maquinaria
de un pensar que desemboca en quebraderos de cerveza,
cascos viejos anegados por un brote de locura
que recubre de pintura
el poder de sus cabezas...

Hay incluso quienes piensan que comprarlo pueden todo,
que navegan en el lodo del quehacer sin consecuencias
generando dependencias de un sistema exagerado,
desalmado, sin valores, detractores de lo abstracto.

Y de este extracto no sabía, que hay personas todavía,
que atesoran en sus horas la paciencia mas ingrávida,
ensordeciendo tímpanos de sordos de lo ingenuo,
sus obras no son válidas sin la serigrafía
de los que he nombrado antes,
los valientes nopensantes,
elefantes del olvido,
huérfanos
perdidos

de la mano de las musas
a las que llaman intrusas
del trabajo y las verdades
lo importante y de provecho
aquello que les dio su techo y las medallas en el pecho
que definen lo que son, lo que han acabado siendo,
un intento de vivir rematado en un muriendo
que merienda mercancías
de artesanos cuyas manos
se forjaron con las mías
buscando el verso en universos
de galaxias de sandías...

Citas


- Si el Sujeto no quiere sujetarse, el Predicado sólo puede predicar...

Sofía Wuerich.

martes, 22 de noviembre de 2011

La charca de los cíclopes...

Salvaguarda un estandarte, tratando de tener suerte,
disimula al vislumbrarte armando escándalos de muerte,
resquebraja el horizonte en busca de un compás reciente
que a su oído le parece como si fuera de marte,

y no es a marte a donde vamos sino amar lo que pretendo
y disculpa si al mar me extiendo a ahogar vertidos y lamentos,
que te aflojan el vestido y desabrochan tus temores,
suavemente y sin sonido, de placer, contenedores,

Que cabalgan por tu espalda a lomos de un corcel bravío
rocinante, hinchado, impío, de estos brazos que son míos
que al resuello allá en tu cuello erizo, vello, astral, navío,
que no fueron sino ellos los del fanal encendío,

los del muérdago en los labios, de la rosa ensangrentada,
de los peces que son cientos al nadar en tu ensalada
de temores y naufragios de fragatas navegantes
del momento que quizá debió de haber llegado antes...

Que no entiendes lo que digo, que yo nado en un ombligo,
que dibujo de hologramas largas ramas a tu abrigo,

y no consigo alcanzar gamas de colores en las camas
de señores con sombreros, copas llenas de agujeros,
seguidillas y fandangos, soleares, ruiseñores,
tratan de bailar un tango con esferas de alcanfores...

Botas flotando en el fango del bozal de un pez carnívoro
que amenazó al megáfono con robarle el estrépito
de intrépido fue loco y revistió poquito a poco
los nenúfares con ámbar y caramba si lucieron

los cangrejos aplaudieron,
caras largas se acortaron
contemplando lo que austero
antaño fuero y ahora brilla

y contempló desde su silla
el patriarca de la charca
cómo musgos y semillas
ahora lucen cual estrellas

que hacen mella
en el reflejo
que de lejos
les destella...

Amén, azada y rastrillo en almohada...

Déjame cartones reventados en las sábanas,
rasgados como cábalas insertas en discóbolos...

Cállate sin mas cuando caigamos en los ramos,
dirán que nos amamos si callamos o caímos...

Suéltame al compás cuando te ladre,
alarido que taladre cual desmadre carmesí...

Llámame silbando entre las sombras y en secreto,
hazme garabatos y atesora mi amuleto...

Y no olvides que te alavo en los portales y arrabales,
sacudiendo a sementales al pensar que no dormí...


lunes, 14 de noviembre de 2011

Son nidos...

Mi conciencia va a explotar
lenta, fina y renqueando,

y de su sangre irán brotando
notas de cien mil colores,

que entre cantos y lamentos
de balcones sin cimientos,

de licores nauseabundos
de otros ruidos infecundos,

sentirán de pié el disparo
y no les sonará tan raro

de no otra sino ésta
la canción de Malatesta...

Diecisiete...



















Zarandeado sol de mediastintas sin sombrero.
Sol de invernaderos,
pendenciero,
sol.

Sal de las miradas de las cuencas lisonjeras.
Sal de la manera
que se espera;
Sal!

Olvida lo que digas cuando mientes. Siente!
Lodazal de picaduras de serpiente,
carnaval sin aliciente,
disidente,
mal!

Un poema que te dice que te quiero,
un incordio pasajero...

Y no de sangre soy hermano y costalero; Salta, rueda, canta!
y sal de tu agujero... Sal al sol... Sal...

jueves, 10 de noviembre de 2011

Calavera que hace aguas...

Leñador empedernido
de cadáveres henchidos

de zarandeados mapas
encorvados como capas

loscos, lapas,
trancos, tapas,

calabozos al acecho
de dejarlo todo hecho

para ir apresando estorbos
cuando beban miel a sorbos

y los mares te cortejen
como viejas cuando tejen

el telar del oleaje
que te trajo aquel mensaje

atrapado en la botella
que contiene las estrellas

que no cuentas cuando duermes
y volando como hermes

pies alados que descalzos
frotarán diez mil cadalsos

sin ver cómo cae la lluvia
que ata su melena rubia

coronándola de espinas
cotas de agua que en cortinas

de zalameros palacios
correrán sin ton, despacio

sogas, guitas,
margaritas,

repicando y en marchitas
primaveras macilentas

que de otoños que acontecen
cuando las centurias crecen

a los pies de aquellos montes
galopando entre bisontes

de bisera pendenciera

de una anclada carretera de cartones recortados
de los ciervos que contentos me recorren el costado,

de las músicas que siento cuando no te tengo cerca
de los cántaros ingrávidos que achican esta alberca,

y la ganancia es tan lejana, tan crucial y tan semblante,

que he dejado de buscarte en el reflejo,
que he podido apedrear de pié el espejo

y no sentir que ayer fue antes
y mañana soy mas viejo...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Quien quiera que emprenda enmienda...

pues a sabiendas y con vendas
te vendo la moto
del plato que has roto,
y pagarlo debes,
tu sabrás que ficha mueves
y como remiendas,
sea Lunes o Jueves
el día en que emprendas
propósito cierto
de saldar ofensa,
mensa, intensa
por despiste,
tampoco es tan grave
aquello que hiciste,
un abrazo bastaría
pero inconformista soy,
ergo has de saber ser artista...

jueves, 3 de noviembre de 2011

La receta del salitre...

Reflejo perplejo,
añejo, reviejo,
lo cojo, lo dejo...

La miro, de lejos,
conejos, madejas,
suspiro, te alejas...

Latido entre rejas
sucias comadrejas,

troncos, tejas,
ruidos roncos,

sumideros.

Amigos, carceleros,
melancólicas princesas,

del principio,
tercos ripios,

municipio del silencio
que sentencio
ausencia inquieta
de braguetas, metralletas,
sintonizan la receta,

del mercurio ensangrentado
del termómetro iracundo,

de este miedo que te infundo
cuando me quedo callado...

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