Calla!

Cansado...

De clamarte,
de buscar un desdoblarte,
ansia inerte de tenerte,
ausencia sorda,
baluarte...

Hambriento...

De tu arte,
de sentir de un todo parte,
de aprender cómo ignorarte,
Urano, Marte, resarcirte...

Fuera...

De candil sin carretera,
de pinceles de madera,
fuera el mundo como fuera,
ilusión gasolinera...

Calla!

No acabose la batalla,
ni de piedra hubo muralla que pasiones retuviera!
Mi tijera es de madera y con semblante de cizalla
rompo vaya donde vaya tu alambrada pendenciera...

Cansado, hambriento, fuera!

Calla...

Calavera carmesí...

Calavera carmesí, palabras que flotan por mi mente... Que intentan brotar de mi cabeza como si de un tiesto se tratase... Un tiesto de maceta... Una maceta de núcleo incandescente que propaga pulsos de luz aleatoriamente... Siguiendo un ritmo alterno, desigual, ajetreado...

Un acerico de recuerdos sujetos por agudos alfileres retorcidos. Es una marea aparentemente turbia... Pero extrañamente bien definida... Mi ocupación mas productiva es recrearme en imaginar todo eso que no estoy haciendo... Y ponerme a escribirlo para sentir que al menos durante este espacio de tiempo convenientemente vallado, estoy haciendo algo...

Infinitos cajones que aparecen llenos de objetos fantásticos que desempeñan funciones perfectas... Diseñados para hacernos felices... Las habitaciones de nuestras casas dan vueltas al son de una canción nueva... Una que nunca antes habíamos escuchado, y que nos está atrapando... Lo hace girar todo a su antojo...

Cuando decido cambiar de párrafo es cuando me doy cuenta de lo que está sucediendo... Hoy no hay poemas en mi mente, ni amagos de intenciones... Hoy no hay prácticamente nada conocido aquí adentro... Solamente pensamientos de futuro y un arrecife de neuronas despierto y hambriento que se deja mecer por corrientes alternas y bocanadas de humo líquido que cae...

Andaba buscando algo que me imbuyese algunas sensaciones ya conocidas, y he tropezado dentro de mi mismo sin perder el eje... Me bambolea este tránsito cerebral... Esta autopista plastificada de constantes luces fugaces y brillos húmedos... Y por una vez un sentimiento impropio de mí, está moviendo cosas que normalmente no se dejan mover tan fácilmente...

Maracas hechas con caparazones de tortuga... Banderas de terciopelo turquesa... Guirnaldas de pájaros vivos y exóticos... Mesas hechas con setas enormes... Un Tucán muy bien vestido que me invita a pasar... Un clima dulce, agradable y fresco... Como un invierno en Granada... Cuando ya por fin puedo abrigarme con sentido...

Y un orificio horadado en piedra fría y suave... Desgastada, como a mi me gusta...

Un orificio que me devuelve aquí, sentado, frente a la pantalla...

No me apetece dormir, pero estoy deseando soñar...

Te estoy buscando...

No te escondas...

Alejandro Rodriguez

Ya que sentir, siento a menudo,
y cuando no siento pienso,
en esos besos que son mudos,
y que mueren en silencio.

Que rodean tus mejillas,
que te miran con deseo,
y cuando siento pienso,
que besan suave tu cuello.

Pero tienes que protegerlos,
ellos quieren todo contigo,
y cuando no siento te digo,
que me duele hasta tenerlos.

Costumbrismo ilustrado...

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A las paredes que no dicen nada de lo que acontece...
A las farolas que ciegas susurran anexas historias...
A las aceras de piedra pulida por pasos marchitos...
A las alcobas de capa caída, las causas perdidas...
A donde quiero ir yo cuando los mares se lo coman todo...
A lo que quise y no supe decir y surgió de otro modo...

De la maleta que se cierra inquieta cuando voy de viaje...
De como me olvido de todo en mi oscuro paisaje...
De siempre que miro hacia atrás y te veo en la distancia...
Del nunca que siempre dirás que no tuvo importancia...
De saber cuando tienes que irte e ignorar la insistencia...
De la copa de vino que supo a jarabe de ausencia...

Imágenes que quieren decir lo que nunca se dice...

Historias contadas del nadie, a la nada...

Vidrieras que sangran...

Te dejo mi espejo
pa vernos de lejos

quedarnos prendados, pasmados, perplejos...

Te cedo mi manta
que hielos espanta

quedarnos tumbados, calmados, levanta!

Quebraste mi alcoba
el sueño me robas

quedamos aislados, prensados, me ahogas...

Y ahora en silencio
sentado presencio

nos hemos quedado a merced del recencio...

Mas no corre prisa
yo espero esa brisa

que licúe la escarcha, ver como se marcha

Y tejer la sonrisa
la única misa

que los corazones que abrochan botones, precisan...

Mocasín ensangrentado...

El abrigo, la mugre, el dinero

la cabeza, el bastón, el sombrero

la pereza, la pocha cereza, del pobre señor panadero...

Abra la danza macabra,
rugido de onagras
sajar carnes magras...
Abra cadabra, néctar hediondo
de pozos sin fondo

un terco puerco horondo
penetra, se pone cachondo
y traduce con muy mala letra
si muere, lo entierren muy hondo...

A la triste figura... Sin temor ni armadura...

Serena y sensata viajaba...
Hondos mares meciendo la elevan...
Ella es roca, cemento, escarlata...
Ella es firme segmento de lata...
A los troncos marchitos que lluevan
ojos rojos que ciñan espada...

Y enhebrada la cuerda en su pena
se amedrenta, culmina y levanta
olvidando escanciar la melena
que el tirón de cabellos quebranta
el candor de las velas, la cena,
y no logra saciar su garganta...

Una mesa ovalada de estraza
seis caminos que llevan a Roma
el bufón que señala, no es broma,
el rufián que sentado amenaza...

Sueñe, señora, sueñe...
Dice el abad con desgana...
No sea que el pecado se adueñe
de su suerte al llegar la mañana...
y con muertos harapos desdeñe,
migajas de sol, rayos de lana...

Metafóricos cantos de espuma
intensa cadencia de bruma
sentencia, lamento de muerte
que al sórdido pájaro abruma...

Y no es tanto batalla o peligro,
sino báquica lívido en flor,
aquella a quien solo, yo emigro
a entregar suelo, techo y rencor...

Espada, reliquia y capote,
mas válidos que oro en lingotes
mas de quinientos bigotes
quebraron su honor por dinero
mas fue noble aquel caballero
y mantuvo su hombría en disputa
golpeando por la fuerza bruta
rechazando infinitos escotes
sorteando arrabales y putas
blandiendo feroz el acero
buscando sin pausa una ruta
clamando al amor verdadero...

Disciplina mental oclusiva...

Dibuja en tu mente
una imagen latente

que viva,

allá donde yo te escriba,

y que muera,

cuando encontremos el modo
de poder entenderlo todo

y al fin abrazarnos ahi fuera...