Esta tarde, trabajando con unos textos que nos han pasado para maquetar, ha llamado mi atención un fragmento, escrito por una alumna de la escuela de arte de Almería llamada Eva Jiménez, de primero de bachillerato...
Su texto hablaba de los problemas de la vida y sus muletas artísticas para sobrellevarlos sin dejar de avanzar... Una reflexión con carácter aleccionador... Unos pensamientos que rondaban mi mente y ni siquiera me había parado a analizar. Conforme leía me iba sintiendo mas y mas identificado... Y al llegar a esta parte, decidí que hablaría esta noche sobre ella pero adaptando sus palabras a mi manera de verlo, que es practicamente la misma...
Supongo, que la única forma de querer que debería de existir es la que uniese y no atase. No vale de nada un anillo, ni un papel firmado, ni si quiera valen de nada a veces las promesas. Porque esas cosas, exceptuando las promesas, son materiales, y lo material, cuando se habla de sentimientos, no exíste...
Lo único que verdaderamente importa es sentir, sentirse bien, sentirse libre, sentirse lleno, único, sentirse querido... Soñar...
Demostrarle, que estás a su lado porque lo único que verdaderamente te importa es hacerle sentir bien, sentirse libre, sentirse lleno, único y querido...
Por lo que es a tus ojos, por como lo sientes, y por lo que es en si mismo... Un ser humano como tú, como tantos otros... Y de esos tantos, el único, que te hace sentir sin más...
Sentir sin preguntarnos por qué, como cuando disfrutamos de la luna o las nubes...
Simplemente lo sientes...
Simplemente, lo vives...
Vivir simplemente...
Simplemente vivir...
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