miércoles, 13 de abril de 2011
Sinopsis del difunto mecer del quiebro lento del desatino...
Y pensé en una casa...
Casa de rizados escalones pulidos en nácar...
Marmóreas paredes que antaño fueran blancas...
Desconchando la pintura en una esquina combaten...
Armados soldados en tropel, motas de polvo de seco corcel...
Arrasan con todo a su paso sin atender a razones ni alba ni ocaso,
sombra y solo sombra, compañera del fracaso...
Audaces rayos de luz ténue brotan de marcos sueltos que chirrían.
Pasillos sin tránsito, sin sostener el peso que solían...
Abanderan todos la danza macabra del retorcer y bufar de humedades.
Singulares bailarines de las olas blancas de secos mares...
Siguen ahí, inmóviles, susurrando secretos eternos.
Secretos mudos de mil cuadernos...
Zarandeando cordones, arrancando pilares,
creando a fuerza de la ausencia pretenciosos solares...
Amaderado crujir de templanza rota.
Bosquejando la danza de la derrota...
El objeto se desgasta sin decir basta...
El humano se adoctrina, se vuelve polvo, infértil harina...
Sabed que esta noche ha caído para mi, sabed que he vuelto para dedicarme en cuerpo y alma a morir. Morir sintiendo que vivo, vivir sintiendo que muero...
Morir es solo ser consciente de estar viviendo, aquello que ayuda a disfrutar es aquello con lo que mas se sufre...
Incoherencias de una noche de primavera observando las alas rotas de las mariposas muertas que nadie ha vísto...
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