Tramos de escaleras con ventanas a la holgura,
losa sucia en desmesura.
Vaporosas de hermosura taciturna van rondando mi cabeza
cosas de esas que no duran
que rellenan de ternura los cojines de la danza
calcetines de una talla tan pequeña.
Sombra dueña de los pasos,
dos,
escasos,
mis cimientos...
Que podrían contarse cientos y son simples...
Siento la agonía de lo que me importa un pimiento.
La congoja en demasía de tus arrepentimientos...
Interrúmpeme si miento en que tus llantos
van a cuenta
de otros tantos que no tienen tus lamentos
garantía de unos pocos.
Los que ves que ya no intento...
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