Cosmético escándalo ungir de leones.
Cajones que crujen,
auroras.
Celosos de cuartos de horas que estriñen la hombría.
Estrépito en algarabía
de una colcha fría
que trémula empapa al clamor
de báquica mácula,
infames de amor
que entre noche y día
se olvidan,
repasan
y sienten
y arrasan en fuentes de humo
naranjas, grumo,
altura escueta,
tosca, infante.
Que siendo la trompa de algún elefante
no entiende de horrores
no le lleven flores aunque se levante...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario