Endodérmico latido
Balsámico, elegido...
Bajotierra musarañas
legañas, resentido...
Melancólicas, extrañas
de un vagar desconocido.
Vais entrando, vais calando
hondo, dentro, siseando,
si es que huyó despavorido
el eco sordo de sus huesos
alma muerta, colorido,
que juró pagar con tanto
un viejo, un perro, un santo,
y un mecánico chirrido
que precedió al espanto
que ensordeció a su ruido
apagó luces, cayó de bruces,
se olvidó del manto
del suspiro
y ahora, cuando canto,
lamen lágrimas mis nidos,
huevos rotos en los ojos,
hondos huecos
grajo herido...
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