Culpa

Holográfica certeza de pereza,
me despieza...

Majarumba enmascarada que tareta y no es discreta...

Mamotreto de tinieblas que no enhebran escrutinio
te prometo sin miserias que delego en tu dominio
Laberíntico, Escarpado, Escucho, indago y dreno el lago
de lagunas detrimento del lamento, despereza...

Cardenales admirables viendo la tele por cable.
Responsables del suicidio de claveles, sol que arde, churumbeles
y un alarde de pobreza. Sinfonier en la cabeza, sutileza
de estrambóticas certezas...

Caballeros de alta alcurnia destacando con bemoles
los laureles del balcón de los vergeles de Kalaquia.
Delantales, tauro, maquia, velo al viento,
y de campana fue el intento de la vuelta de esta vida que resuelta,

tome asiento, le hago magia,
¿Qué portento? Ni por tanto, le cosieron
de oro al manto,
las biznagas...

Mas lamento, no le miento,
yo que al sol reniego en llantos,
y el dia de todos los santos,
felicito al descontento...

Hago honor al detrimento, arranco esparto
me hago experto en ese arte que tiene por don dejarte
en el camino de aquí a marte a donde van todas las mentes
donde espero si me mientes los resquicios de tu alcoba impertinente...

Y no hago mas que aconsejarte y no haces caso,
si yo sigo así me abraso así que parto
no hago apartes, punto y coma, y tu repartes
y no digas que no es raro,
que te diga que me mezco en tus memeces
y los peces se marchitan...

Adios es la palabra mas bonita que he encontrado en el cajón...


Y de esta desilusión...


Se ha convertido en canción....

Una de Hernández...

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

Cancionero y romancero de ausencias

Nos talgia tu ausencia...

El suelo vacío,
ecos de alpargatas,

allende unos mares bruñidos de plata,

en ajuar de desiertos,
pequeños piratas,

reparten botines, cubiertos, dedales,

viejos delantales,
agujas en paro,

que dieron pespunte a ilusiones y amparo...

Y al cruzar la puerta,
el recuerdo despierta,
no se oye ni el hola
y en su caracola
resuenan latidos...

Del sueño que ha sido
sentir que se vuela

el hogar y las cosas de hilar de la abuela,

y fue lo que importa,
Marga quedó absorta,

el objeto que corta el pasar de una vida,
el que dona el sentido a una causa perdida...

Caballo sin bridas,
galope incesante,

fruncir galopante de ceños tendidos,

al sol del talante,
barreños son nidos

del pájaro errante que sueños asola,

tijeras danzando a su son enarbolan

banderas al viento,
retales,
pimientos...

Nunca estarás sola,

pues Lola

en su asiento de nubes,

tejiendo ganchillo dejó la novela.

Y observa, sentada, muy quieta, en la tele del cielo el canal de su nieta...

Y Sofía despertó...

Mecida y dormida,
fue tambaleada,

-La tela no enreda, no estás atrapada...-
La voz, tan calmada, la dejó perpleja,

estaba en la caja de hilos de cientos de kilos de una anciana vieja...

Reflejos...

A los que anidan en lo profundo de sus mentes y reflexionan sobre un yo mas compacto, abstracto y complejo. Mas allá de lo que puede verse en un espejo...

A los que bucean en el reflejo de una vida mas intensa, mas allá de lo que puede tocarse... Porque en ese mar de arenas movedizas que hacen olas en el cortex, nadan seres de una naturaleza digna de ser contemplada...

Diez algarabías con vino, cuando emite el sol su trino...

Carnívoro semáforo da coces en estómago,
disloca roca de ópalo, ¡destápalo no es líquido!
De zócalos intrépidos, reflejos de testículos,
cuestiónalo, muy rápido, haz cálculos ridículos
y atisba en hipotálamos el círculo malévolo
del ebola, del émbolo, ¡apresúrate, vacúnalo!
No es cruel, así que acúnalo en el álamo sintáctico
acorrálalo y enciérralo y no insultes su estocada,
de su sombra malograda que alfombrada de claveles
acolchona los tambores de cuadrúpedos cinceles,
pinceladas que a patadas regurgitan churumbeles,
atesoran los papeles
de una vida compungida,
son tres horas sin salida
en las que ignoras que lo impidan,
la que a arriero en estampida
en otra vida estuvo unida
y ahora helada,
flor quebrada,
antaño duende, otrora hada
enamorada de las moras del arbusto en el que ahora
lloran musgos y alopecias,
calvos ruidos, llanto en Crin, Jasón, Lucrecia,
y una entrópica estrambótica y neurótica sombrilla
se hace amiga de las sillas,
cogen fresas con las mesas,
en alcohólicas dehesas estampadas de alcornoques

roces, choques
albornoces
adoquines, calcetines
de aerostáticos delfines,

de parejas entre rejas con pelusa en las orejas,
del abismo que acontece cuando a solas si me dejas...