domingo, 2 de mayo de 2010

Extrañamente...


Extraña mente la mía. Mente... Mía...

Hay una especie de flor. La Orquídea. Simula la forma y el olor de un insecto. Engañan a ese insecto para que se le acerque un solo instante. El tiempo suficiente para hacer su principal función antes de morir. Reproducirse.

Pero realmente es un programa. Funciona así por instinto sin siquiera tenerlo. Ni siquiera posee reflejos. Ni mente... Entonces, cómo podemos saber, si lo que pensamos no está ya preparado para ser pensado. Si es un instinto, un programa. Y he aquí una de las grandes bazas de los grandes engaños de la historia junto con el miedo a la muerte y a lo desconocido de todo cuanto sucede tras ella negando un final, la lógica de un ciclo con principio y final necesarios... La base de todas las religiones. De todos los intentos de respuesta a los que se unen tantas y tantas personas. Temerosas mentes... Temerosas de si mísmas...

No sabemos qué hacer con nuestras mentes. Siempre están pensando. Siempre intentando ser más... Es tan exagerado que intentamos engañarla como si se tratase de algo ajeno a nosotros. Nos drogamos, nos emborrachamos, jugamos con la naturaleza dentro de nuestros propios cuerpos para evadirla, para utilizarla, para experimentar a lo que puede llegar esa gran desconocida... A veces la llamamos yo, otras, personalidad, y claro que cada mente es única pero quien puede afirmar que no son todas iguales, como las flores. Que no siguen todas un mismo hilo de pensamiento. Un mismo patrón del que podemos escoger... Y cada mente escoge una parte. El resto de esa procesión de pensamientos pasa a tal velocidad que no da tiempo a leer quellas que no hemos seleccionado. Aquellas que no decidimos seleccionar...

Cuando a veces hablamos y decimos algo a la vez que otra persona, sentimos exclusividad, ilusión, ¡Amor! Hemos elegido en el mismo preciso instante, el mismo párrafo del hilo constante de pensamiento y no contentos con eso, lo hemos hecho sonar... Y por un momento ya no nos sentimos tan solos ni tan extraños. A eso a veces lo llamamos magia... Y quien nos dice si ese absurdo momento "mágico" no es un símil al mecanísmo de la orquídea... Otras personas lo llaman casualidad... Buscando una causa omitida e incierta pero que queremos creer posible, lo llamamos también en ocasiones causalidad, y eso también nos hace sentir mejor. Una respuesta vacía que nos hace sentir mas seguros de manera absurda. Un placebo.

A veces no es tan importante ser poderoso como sentirse poderoso... Importante para nosotros el tema de las emociones...

Pero volviendo a la mente en un estado mas primitivo, la magia, es la misma que tiene una flor para marchitarse al mismo tiempo que otra... Para cumplir su función...
El problema es que nosotros, ser inteligente, ser superior, ser que piensa y que conoce, no tenemos ni puta idea de cual es la nuestra... Para qué servimos... Esta noche yo me hago... Os hago esa pregunta a todos los que me leáis. No os conozco pero quisiera saber si alguno de vosotros sabe cual es nuestra jodida función en este planeta. Somos hormigas locas construyendo estructuras para ver si nos sirven de algo, y no acaban en otra cosa que en esqueletos de artificiales mentiras oxidadas e inútiles. Basura...

Avanzamos para darnos cuenta de que llevamos años retrocediendo. Yendo en todas direcciones. Ciegos ante tantas vertientes, tantas posibilidades, tanto por descubrir... Quizá nuestra función sea archivadora. Quizá deberíamos ser una especie observadora y almacenadora de conocimiento... Quizá deberíamos empezar a utilizar el conocimiento útil... Dejar de contaminar. Dejar de destruir. Dejar de indagar por unas décadas pues la herida abierda se está infectando... Primero en nuestras mentes, y lo que es peor, en las mentes de lo venidero, en el mundo, en la tierra, en el cielo y el mar...

Queremos subir a lo mas alto y saber que se siente...
Queremos bajar a lo mas profundo de la tierra sin pensar demasiado en las repercusiones solo por el afán de conocer y experimentar...
Avance...

Realmente paso mas tiempo preguntandome lo que debería hacer que haciendo algo en concreto. A veces dedico horas a algo que con el tiempo me demuestra ,me demuestro o me convenzo de que ha sido en vano. Me hacen sentirlo tal cual...

Hoy no sé nada y tengo la sensación de tener una base. Algo que expresar.

Hay algo básico. Primal. Algo que todo ser humano normal comparte con el resto. Los instintos.

El sexo. El hambre. Despiertan en nosotros instintos muy variados pero en esos, en lo más profundo de esos sentimientos o sensaciones o como coño se los quiera llamar, es en lo único que coincidimos sin lugar a dudas. Y por eso, sé que somos parte de este mundo. Pero cada vez me cuesta mas saber si esto, esta mente, todo esto que escribo y su causa, es realmente una flor necesaria o una mala mutación...

De una noche de Mayo a las tres menos diez de la madrugada, extrañamente, desde mi extraña mente...

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