lenta, fina y renqueando,
y de su sangre irán brotando
notas de cien mil colores,
que entre cantos y lamentos
de balcones sin cimientos,
de licores nauseabundos
de otros ruidos infecundos,
sentirán de pié el disparo
y no les sonará tan raro
de no otra sino ésta
la canción de Malatesta...
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