Atormentado, ilícito, uniforme y desgastado.
Intrínseco, deforme, tenso, abyecto, denegado.
Rufián, patán, pendejo, lustre, viejo, adinerado.
Denso, cruel, complejo, ansiado, infecto en primer grado.
Son las cinco casi
y ya hora es de estar despierto,
infiel al sueño tuerto,
tropel del desconcierto...
Almohadas de pistones,
machacados edredones,
miel,
cloruro,
hidrato y agua,
infame enagua que en volutas
me despoja,
ensarta,
hiere
de disputas cualquier lado
y lanza el dado a la discordia,
empuja, incordia,
alcanza el tarro
de los días,
manos frías, pies de muerto,
alforja y pan para cubierto
que se ahoga en taza hedionda,
desenfunda lo infundado
y agarrándola del pelo
no se marcha a ningún lado.
Trastorne pues si quiere
el flujo interno de mi mente,
núcleo,
puente,
se amortigua
y desde el púlpito reclama;
No soy yo de cualquier cama,
sino al muérdago tolero,
y en la arena del albero,
allí te espero ensombrecido
al ala de su sombrero...
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