Lujuriosa tez ingrávida de hielo en adoquines...
Presión de arterias cóncavas.
Jadeantes al unísono de un gráfico silencio.
Ombligos al abrigo de lo mutuo
que sin serlo a bien, lo ignora...
Ignota, infame, astuta,
de intenciones la mas puta
la de pretender besarte y que te jodan,
que te quemes,
y dejar que yo me ría.
Caiga el cielo y se hunda el día.
Yo no imploro,
tú te enfrías...
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