Aceite, huevos, sal, pimienta...
Se atormenta una vecina...
Azúcar, leche, miel y harina...
Cucharilla en paragüero;
Desigual, dispar, disuelta...
Aceitunas de sombrero
y cae la noche en pié, ¡Despierta!
Culpa luego al entusiasmo
de hilvanar un mal orgasmo
que te acerca hasta la puerta
de la cuna del sarcasmo.
Tu que guardas sombra experta
en esconder lo que seduce
y dejas con la boca abierta
a quienes cargan arcabuces,
calza barbas que en cortinas
sonreirán al mas pintado
de los monigotes necios
que cargas en tu costado.
Que cabalgan a mi lado
a lomos de elegantes pecios
que abaratan altos precios
a pagar por descontado...
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